El Departamento de Justicia de EEUU anunció hoy un acuerdo con Takata por el que el fabricante nipón de componentes del automóvil se declara culpable por el defecto en millones de airbags que ha causado la muerte al menos a 11 personas, y pagará unos 1000 millones de dólares en multas y compensaciones.
La fiscal general del Distrito Oriental de Michigan, Barbara McQuade, anunció el acuerdo durante una rueda de prensa celebrada en Detroit.
Al mismo tiempo, las autoridades judiciales estadounidenses imputaron a tres antiguos empleados de Takata por su implicación en el escándalo. EFE