Renault Twizy: ¡qué chulo eres!

Renault Twizy

La diosa Fortuna (esto es un decir) hizo que las condiciones metereológicas para probar el nuevo Renault Twizy fueran las peores posibles: lluvia, frío, viento… Lo que debería haber sido un bonito paseo por la isla de Ibiza a bordo del cuarto modelo eléctrico de Renault, se convirtió en un reto tanto para mí como para el propio Twizy.

Pero antes de nada, te lo comento ya desde el principio, para que luego no haya lugar a errores. El nuevo Renault Twizy no es un coche; es un cuadriciclo. La diferencia es importante porque en ella radica el que la marca francesa haya podido homologar un vehículo así. El concepto en sí mismo es algo bastante fácil de explicar, aunque después, en la práctica, aparecen algunas sombras que no se entienden del todo.

Empiezo por lo primero: el Renault Twizy es un vehículo de 2,33 metros de longitud, 100% eléctrico, biplaza y con una autonomía de unos 100 kilómetros. Es más pequeño que un Smart Fortwo y algo más grande que un scooter. Disponible en dos versiones (de 5 y 17 CV) y tres acabados (Urban, Color y Technic), sus baterías de Litio-Ion se recargan a la red en solo tres horas. Vamos que es un modelo nacido por y para la ciudad. Hasta aquí todo correcto. Lo que viene a continuación seguro que ya te gusta menos.

El nuevo Renault Twizy parece protegerte bien (las puertas que ves solo se ofrecen en opción), pero la realidad es que el agua, el frío y el viento se cuelan en el habitáculo sin demasiada oposición. A todo esto hay que añadir que, si ya es incómodo conducir así, la ausencia total de ayudas electrónicas hace que llevar el nuevo Renault por asfalto mojado se convierta en un ejercicio tan divertido como delicado y a prueba de sustos.

No lleva frenos ABS, ni ningún sistema de estabilización, por lo que todo queda en manos de tu sensibilidad para regular un pedal de freno bastante duro y con el que, si te pasas, provocas que las ruedas delanteras se bloqueen. Al menos del motor no tengo queja, ya que acelera con suficiencia y mueve bien los 473 kilos del Twizy.

En el aspecto práctico, el Renault Twizy ofrece alguna sombra más: no hay climatización (es un sistema que gasta mucha energía y por eso se ha decidido prescindir de él) y tampoco radio propia, ya que la única música que puedes escuchar es la que emita tu iPod Smartphone por vía Bluetooth.

Los 31 litros de maletero se te pueden quedar cortos (hay otros 8,3 litros en sendas guanteras delanteras) y si te decides a comprar una pequeña mochila que se ajusta en la plaza trasera, te quedas sin poder llevar a tus amigos.

¿Te ha convencido? Yo lo que sí tengo muy claro es que este nuevo Twizy no es para todo el mundo. Es un vehículo para clientes con un perfil muy concreto y un uso muy definido: solo por ciudad, con buen tiempo (a ser posible) y puntos de recarga a mano. Por cierto, las baterías no se venden: se le alquilan al cliente a un precio de 50 euros mensuales para evitar que se tenga que preocupar por su mantenimiento. Llega en abril desde 4.917 euros, ayudas estatales incluidas.